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Educación y Música

Adonai Carballo Rodríguez, Diego Domínguez Álvarez y Matías Zabaleta García La Orotava / Santa Cruz de la Palma - 31/12/2013
Ayer y hoy

En la calle la situación es tensa; pocas oportunidades y de las que aparecen, muchas se ven reducidas debido a la proliferación de inspecciones de la seguridad social en los locales de las islas desde hace varios años.  “Económicamente hablando, a un joven que empieza no le interesa darse de alta en la seguridad social” afirma Mariano León, percusionista y teclista de ‘Altraste’, “actualmente no son muchos los bares dispuestos a dar oportunidad a un grupo cuando deben hacerse cargo de un coste añadido a la contratación” comenta Nolo Hernández, cantante de la formación y propietario de la sala de conciertos ‘Café Quilombo’.

 

Esta situación agrava aún más la situación del sector musical. La música en directo se ve duramente golpeada, pues la seguridad social exige una contratación por jornada laboral completa dentro del ‘régimen de artista’. Pablo García es un bajista tinerfeño colaborador de varios grupos y explica la situación en profundidad como un ‘’gran problema para el desarrollo cultural, ahora hay que pagar por difundir cultura’’. El ‘régimen de artista’  no permite efectuar contratos menores a ocho horas, al contrario que en hostelería, por ejemplo, lo que conlleva un pago de unos 20 euros de seguridad social por persona para una actuación de una media de una hora”. (http://www.laopinion.es/tenerife/2013/06/08/inspecciones-seguridad-social-ponen-artistas-borde-ruina/480278.html).

 

Por lo general, un bar o sala de conciertos paga a un grupo de música, de cinco componentes, entre 300 y 400 euros en el mejor de los casos. Con estos datos, el coste de la seguridad social cubre un poco menos del 50% de los beneficios generados para la banda. En muchos casos la parte contratante, el negocio, no asegura a los músicos, son éstos los que deben articular su contratación para estar cubiertos en cuanto a seguridad social.

 

 

Otro caso son los grupos folclóricos o formaciones mayores, entre veinte y treinta músicos. Como media, estas formaciones cobran entre ochocientos y mil quinientos euros por actuación. En el peor de los casos pueden perder hasta el 70% de sus ingresos si no han asegurado a sus componentes. Normalmente están vinculados en organizaciones sin ánimo de lucro y justifican sus ingresos como gastos varios, por ejemplo en gasolina. El número de inspecciones a estas  agrupaciones es menor a las inspecciones en las salas y bares aunque avanzan en los últimos meses.

 

Mariano León nos cuenta la dificultad de muchos creativos para desarrollar sus capacidades al dejar, por la situación actual, de componer, en algunos casos. León es también profesor de música en primaria y defensor de los beneficios de la música en la educación de los niños y las niñas. Según su experiencia “se nota una cierta sensibilidad diferente” en las personas educadas en música “a la hora de afrontar problemas y momentos críticos de toma de decisiones”.  Además, la educación musical beneficia a los estudiantes emocionalmente, le transmite seguridad emocional y confianza realizando una actividad en un clima de ayuda, colaboración y respeto mutuo, valores fundamentales para el pleno desarrollo de una persona. Desde el punto de vista motor, la expresión corporal se ve más estimulada por lo que aumenta su capacidad de coordinación motora.

 

Diferentes expertos hablan de los beneficios de la educación musical; en niños y niñas de 0 a 3 años las habilidades motoras, sociales, afectivas e intelectuales se ven mejoradas. Un estudio publicado hace un mes en la revista norteamericana ‘Journal of Neuroscience’ concluye que la educación musical de los niños y niñas influye en un envejecimiento saludable, relacionando la formación  musical en edad temprana con la forma en la que el cerebro responde al sonido décadas más tarde.  El experimento se realizó a adultos sanos entre 55 y 76 años advirtiendo que, los sujetos que recibieron educación musical durante los 4 y 14 años registraban una respuesta más rápida a los sonidos del habla. Los resultados confirman que la dedicación a nuestro cerebro en una edad temprana tienen valor hasta la vejez.

 

La música también ayuda en la integración social. Ángel Arbelo es estudiante de pedagogía en la Universidad de La Laguna y colaboró en una actividad junto a varios compañeros para emprender actividades musicales con el fin de suplir déficit de atención de niños autistas.

 

La actividad consistía en coordinar a los niños y niñas en grupos de cinco para que tocaran en turnos diferentes, respetando su turno y el de sus compañeros. Para ello usaban símbolos que daban a cada niño cuando era su turno, también tenían un símbolo para tocar en grupo. “Mediante la música logramos que realizaran ejercicios básicos para poder integrarse en la sociedad” asegura Ángel Arbelo.

 

Conocemos la importancia de la música de la mano de especialistas en la materia, pero esta creencia no está muy extendida en la sociedad, y el actual gobierno ha disminuidos las partidas para cultura y educación en los presupuestos de 2013, la tendencia se mantendrá para los presupuestos de 2014.

 

Al respecto Ángel Arbelo recalca la importancia de una buena educación para “conseguir una buena cultura musical”, “la crisis lleva a una falta de educación en cultura, imponiéndose los modelos de cultura comercial”. La cultura de consumo se impone poco a poco en la sociedad mediante los medios de comunicación de masas; radio y televisión son portavoces de determinados géneros musicales comerciales. Otros géneros como puede ser la música clásica no están comercializados de la misma manera, se conciben más como una forma de vida en lugar de una forma de consumir, objetivo de la cultura comercial, y en este tipo de géneros es donde se nota la subida del 21% del IVA para la industria cultural, un descenso de taquillas del 10% lo demuestra, en tiempos de crisis el común de la sociedad tiende a no gastar en lo que se suele considerar caprichos, de muchas importancia para nuestra educación.

 

En este aspecto Mariano León subraya la importancia de mantener las bandas municipales y las escuelas de música porque “gracias a ellas municipios pequeños como La Orotava o Santiago del Teide producen buenos músicos”. Bandas de música y orquestas que ha visto reducido su presupuesto, experimentando medidas de recaudación como subida de tasas para los alumnos y alumnas, expedientes de regulación de empleo, cambios de contrato y bajadas de sueldos en los maestros. Todo esto ha sucedido donde no se ha llegado al cierre de la escuela, como ha sucedido en Valladolid con la escuela municipal Mariano de las Heras.

 

Ángel Arbelo nos habla de la motivación como complemento fundamental para paliar el absentismo escolar y nos habla de la antigua Grecia y de usar las asignaturas de mayor relevancia en su época, música, pintura y educación física, usándolas como método en contra del abandono escolar debido a su carácter didáctico y motivante.

 

Ahora, adelantémonos 23 siglos en la historia. Nos encontramos que en pleno siglo XXI, los jóvenes discípulos de un docente como Ceo tendrían serias dificultades para desarrollar su inteligencia musical lo que podría significar que obtendría un educación de menor calidad o no podría desarrollar plenamente muchas de las facultades que la música promueve. Ceo se vería seriamente perjudicado socialmente para su desarrollo como melómano y profesor a causa de la pésima situación actual para las personas trabajadoras del mundo de las artes y la cultura lo que acabaría siendo un perjuicio para la sociedad al quedar privada del ocio proporcionado por un recital citara de Ceo, por ejemplo, quedando también destruido el derecho a disfrutar del tiempo libre, o el “derecho a la pereza” como diría Paul Lafargue. Esta realidad es palpable en nuestra sociedad actual, y la personifican nombres como Mariano, Nolo o Ángel y todas esas personas que no pueden desarrollar su talento para la música.  Nuestra sociedad actual nace en las sociedades del mundo de la Grecia clásica, por ello tantos siglos después y teniendo como referente el buen uso de la música que se daba en la Grecia Clásica, debería haber progresado nuestro sistema educativo, incorporando la música como elemento fundamental para la educación de las y los jóvenes, sin embargo la realidad dista mucho de un modelo educativo de estas características.

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